Cochabamba: calculan 200 personas estafadas y sospechan de 20 apps fraudulentas
Las estafas piramidales pululan en las redes sociales y la promesa de ganancias porcentuales interesantes a cambio de efectuar simples tareas detrás de un dispositivo electrónico es el “gancho” con el que se ha logrado seducir a víctimas.
Un usuario de la Llajta invirtió 90 mil bolivianos en la plataforma iShop, mientras que una familia cruceña perdió 500 mil. Por la “emoción” de obtener mayores réditos, algunos hipotecaron sus casas o pidieron préstamos.
Las estafas piramidales pululan en las redes sociales y la promesa de ganancias porcentuales interesantes a cambio de efectuar simples tareas detrás de un dispositivo electrónico es el “gancho” con el que se ha logrado seducir a víctimas.
Esto se destapó la semana pasada, con la aplicación iShop como plataforma que les robó a más de 2.400 usuarios bolivianos que confiaron depósitos cuantiosos con la ilusión de lograr más dinero. En Cochabamba afectó a 200 personas.
El abogado Diego Fabián, quien representa a más de 130 víctimas no solo de la Llajta, sino también de Oruro, Tarija, Pando y Potosí, revela el número de cibernautas que resultó damnificado en la región.
“En Cochabamba son alrededor de 200 personas las que han sido víctimas de esta página”, señala el jurista, quien se encuentra en el proceso de acumulación de casos individuales para presentarlos en conjunto.
La ampliación de la denuncia se realizará hoy con la inclusión de otros 83 estafados. Cabe aclarar que el despacho de Fabián es uno de los que concentra más causas. Sin embargo, las 200 víctimas aproximadas han tomado distintos servicios de defensa.
“Ya tenemos fiscal asignado, investigador y una prueba contundente: las transacciones que se hicieron a nombre de Maritza Aramayo”, advierte el letrado, mencionando a una de las dos mujeres que prestó su nombre para que los estafados depositaran sus dineros en cuentas bancarias.
Sobre los defendidos que radican en otros departamentos, es probable que el fiscal en Cochabamba pueda rechazarlos, considerando que no pertenecen a su jurisdicción, explicó.
MODUS OPERANDI
Estas plataformas “endulzan” al usuario, en una suerte similar a lo que sucede con el casino o el bingo, cuando el cliente obtiene ganancias que lo invitan a continuar apostando.
Fue eso lo que habría hecho iShop, que proponía a los cibernautas invertir desde 100 bolivianos a cambio de lograr réditos diarios por el desarrollo de algunas tareas.
En una especie de fachada, que aparentaba presentar la compra y venta de productos, pero en el fondo estaba vacío, generaba la ilusión al estafado de que se producía movimiento.
“Parchaban la página y les hacían creer a las personas que compraban y vendían productos con el dinero que habían invertido. Por hacer ciertas labores diarias recibían el 3%. Es decir, si invertían 100 bolivianos, ganaban tres”.
“ERA REAL”
Diego Fabián explica que, inicialmente, la ganancia era verdadera. Hubo gente que se benefició, pero presuntamente lo oculta.
“Al principio, en realidad, era verdad. Hay gente que entró con 3 mil, y antes de que suceda lo de la app (desaparecer) ha obtenido 10 mil o 15 mil bolivianos”, agregó.
No obstante, una vez que los usuarios confiaban en la plataforma, la app empezaba a pedir que estos invitaran a amigos y familiares, con la promesa de que, de hacerlo, ganarían más. Ello generó que la “oferta” se masificara y, en consecuencia, se abrieran las puertas a la estafa.
Aparentemente, aquellos que sí lograron ganancias al principio, guardan silencio, pero los que depositaron durante las últimas semanas aseguran que los primeros se beneficiaron con sus dineros. Eso sostiene el jurista.
MONTOS
De los casos que atiende el despacho de Fabián, el más significativo es de una persona que depositó 90 mil bolivianos. Luego, hay otras personas que dieron 100, 500, 1.000 o 2.000 bolivianos.
En Santa Cruz, una familia “invirtió” medio millón de bolivianos. Varios miembros aportaron sumas que finalmente hicieron el monto.
LA SITUACIÓN
El experto en tecnología Marcelo Durán, quien estudia de cerca el caso de iShop, advierte que al menos 20 “empresas” de este tipo circulan en redes sociales.
“Para el tamaño de estafa que hubo aquí, debe haber otras haciendo lo mismo o con modelos similares, tipo pasanaku virtual. Es un mecanismo muy recurrente, pero esto saltó a la luz porque no hay el dinero y la gente empezó a hablar, ¿qué tal si en otros lugares sí está el dinero y hacen lo mismo? Esto sirve de antecedente para decirle a la gente que no confíe sus recursos en desconocidos y que hable con el sistema financiero”, indicó.
Al respecto, el jefe de la División Cibercrimen de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, Dieter Chambi, fue en la misma línea y aseguró que existen otras apps más. Una de ellas sería Intens Live.
Durán explicó que, si bien la práctica ya existía, el factor digital es el que ahora resulta explotado por los estafadores que, en este caso, son chinos.
Refiere que la “ingeniería social”, es decir, crear confianza a través de perfiles falsos de conocidos o propuestas que supuestamente vienen de cercanos, es crucial en esta modalidad.
Aconseja tener cuidado con enlaces, links e invitaciones de dudosa procedencia, y leer la “letra chica” de los contratos.
El dilema está en regular e intervenir o no las cuentas de las personas para generar mayor seguridad. Allí se interpone el “secreto bancario”.
“Si hay una app de por medio donde registras eso, el sistema no puede leer el movimiento porque no está regulado”, agregó.
“VÍCTIMAS PROCESADAS”
Varios usuarios recurrieron a préstamos de familiares, créditos bancarios o hipotecas para conseguir más dinero e inyectarlo en la app iShop.
Fabián adelanta que ahora muchos enfrentan, incluso, procesos.
“Las personas que se prestaron dinero están afrontando ya un proceso ejecutivo para que otras que se vieron afectadas puedan recuperar. Este delito da paso a otros juicios contra las mismas víctimas que apelaron a préstamos”, concluyó.
Por: Romina Saavedra – 18 de octubre de 2021